¡Buenas! Hace ya algún tiempo que no escribía nada, he estado muy liada.
Hoy me gustaría contaros que sentí al volver tras un año y tres meses a la que fue, es y será mi segunda casa.
En uno de mis posts anteriores, os contaba que no sabía que camino volver a emprender pero que tenía claro que quería volverme al extranjero. Uno de esos días de indecisión, aunque parezca una tontería, cogí un bolígrafo y un papel, para ver de una forma visual todos los pros y contras de mis opciones. Una de ellas, era volver a Irlanda y tras unas horas de de análisis y reflexión…¡zás! decidí dar el paso y lanzarme a una nueva aventura. Entré en http://www.skyscanner.com y me compré un vuelo, sin saber que me iba a encontrar aquí.
Lo primero que hice fue hablarle a la que fue, es y será mi segunda madre, my Irish mum, Emer. Tan solo le escribí este mensaje: Emer, ¡decidido! a primeros de Septiembre me vuelvo a Irlanda. No paso ni dos minutos que ya me estaba llamando diciéndome que no me preocupara por nada, que me recogía en el aeropuerto, que me podía quedar en casa el tiempo que necesitara, que esa era mi habitación «Cintia´s room» . Escuchar todo eso me hizo sentir una vez más que no fui una Aupair que para ellos desde el minuto uno que entré por la puerta de su casa, fui una más de la familia.
Y sí, así fue, el día 4 de Septiembre llegué a Irlanda aunque dos horas más tarde cogía un vuelo a Mallorca porque me habían llamado para realizar allí una entrevista. Fui porque de todas las entrevistas se aprende, además, nunca se sabe que puede pasar y porque fuese seleccionada o no, era una experiencia y una oportunidad, aunque sinceramente, ya que había decidido volverme a este maravilloso país, en el fondo, ya la decisión estaba tomada. Tras esa entrevista, a las 17.00pm del día 5 de Septiembre, miércoles, volví a coger ese vuelo a Dublín, pero esta vez con fecha de ida pero sin fecha de vuelta a España.
Es raro volver a un país donde fuiste tan feliz y todas esas maravillosas personas que conociste ya no están, pero bueno, así es la vida, comenzaba mi nueva aventura.
Cuando llegué al aeropuerto, allí estaba ella, Emer, mi segunda madre. Fuimos de camino a casa, de Dublín a esa pequeña ciudad llamada Tullamore situada en el centro de Irlanda. Nada más llegar, allí estaban mis niños, los que tanto añoraba. Ahí me di cuenta que el tiempo no había pasado, que era como un nuevo anochecer u amanecer en casa. Dios que grande que están y que orgullosa me siento de verlos tan bien y tan guapos.
Toda esta sensación y sentimientos, me los ha dado mi experiencia Aupair. No es todo tan malo como lo cuentan, está claro que hay familias y familias, pero en mi caso fui y soy una afortunada por tenerles. No fui Aupair, son mi familia irlandesa.
Ahora desde la semana pasada, día 17/09/18, vivo en Dublín. ¿Mi objetivo? Encontrar la oportunidad que no tengo en mi país, un trabajo que me ayude a seguir creciendo personal y profesionalmente. Mientras tanto, para sobrevivir, he decidido trabajar de nanny, ya que para mi cuidar a niños no es un trabajo, es algo que me encanta porque se aprende muchísimo de ellos. La experiencia Nanny está siendo muy divertida, ya os iré contando en otros posts. Es una familia muy cool pero a veces creo que piensan que he nacido aquí porque me hablan como si me conociera Dublín perfectamente.
De verdad, os animo a que no tengáis miedo a aventuraros y a lo desconocido. Si quieres salir de tu país hay mil opciones de hacerlo, no necesitas mucho dinero. Estas experiencias, te suman más de lo que crees, pero para ello, tienes que vivirlo.
Postdata:El fin de este post era que siento que a pesar de que esas personas que conocí «la pequeña familia» (mis amigas de España) ya no estén aquí, no estoy sola porque están ellos (mi familia Irlandesa) y sé que para todo lo que necesite ahí estarán.